El cartel que anuncia el retiro de Meditación de este próximo agosto_2019 incluye una foto del jardín y huerto de árboles del centro espiritual donde vamos a realizarlo. En primer plano hay un gran laberinto ornamental realizado con filas de piedras. Es un laberinto simple, con un diseño espiral que va de su única entrada al centro sin ningún tipo de bifurcaciones. En otros retiros y en otros intensivos residenciales de crecimiento personal (llevamos quince años realizando este tipo de actividades aquí) es fácil ver a algún participante recorriéndolo con atención.
Existen muchos tipos de laberintos: construidos, vegetales, dibujados en el suelo con baldosas o pintados, etc. Son una invitación a recorrerlos, una analogía del viaje, de ida, o de ida y vuelta. Todos representan una prueba, la de llegar al centro como destino, sin perderse y sorteando los peligros del camino. En el centro se encuentra el tesoro, material o espiritual. Y después, la mayoría de los retos añaden la salida del laberinto.
Los laberintos son sinónimo del peligro de perderse pues sus diseños incluyen habitualmente bifurcaciones que desorientan al viajero, al iniciado, al héroe, al descubridor, al buscador, y le llevan por el camino más largo, o le hacen dar vueltas volviendo a pasar varias veces por el mismo sitio, o le llevan a caminos sin salida, o incluso le sacan al exterior sin haber podido entrar a sus profundidades.
En algunos el itinerario está dificultado con trampas y peligros, incluso, como en el mítico laberinto de Creta, con el monstruo del minotauro que devora o destroza a quienes se aventuran a adentrarse en busca del centro profundo.
Quienes han conocido nuestro trabajo sobre El Viaje Mítico conocen el significado experiencial de estas líneas. En esta ocasión el retiro no va a estar basado en esta metodología, la práctica principal es la meditación en silencio. Sin embargo, al incluir la imagen del laberinto sí queremos evocar que el aprendizaje y desarrollo del amor, tema psicológico del retiro, puede considerarse una búsqueda de la profundidad no exenta de dificultades y peligros.
Las perspectivas de la teoría y práctica de la Mitología Personal consideran que el recorrido vital lo hacemos en nuestras vidas sin necesidad de adentrarnos en un laberinto formal, son las propias situaciones y relaciones las que constituyen la trama laberíntica. Por eso cualquier participante en el retiro ya estará recorriendo su laberinto subjetivo, habrá llegado hasta un cierto punto, o se habrá perdido, o habrá llegado a un callejón sin salida, o estará repitiendo y volviendo a pasar por el mismo lugar, o habrá caído en algún pozo o se habrá encontrado con el minotauro o habrá quedado atrapado en la proximidad del centro sin poder salir.
Desde un punto de vista existencial, en nuestra metodología de trabajo consideramos que la búsqueda se realiza en capas y que incluso una vez llegados exitosamente al centro del laberinto se accede al inicio de un nuevo laberinto, que nos invita a la búsqueda de un amor más profundo, y así sucesivamente.
El retiro de meditación lo realizaremos en silencio, salvo algunos tiempos específicos, opcionales, pautados para trabajo gestaltico. La búsqueda es interior, en soledad, aunque acompañado/as. Te daremos claves para tu propia búsqueda y trabajo personal sobre el amor propio, el paterno-filial, la amistad, el amor de pareja, el amor por la gente, el amor por la naturaleza y por la vida, el amor transpersonal.
Si es tu momento para esta búsqueda te esperamos.